El atardecer tiñe el cielo fueguino y marca el inicio de una experiencia invernal inolvidable. Partimos rumbo al centro invernal, donde el frío despierta los sentidos y el bosque se transforma en escenario de magia y acción.

Con raquetas de nieve en los pies, emprendemos una caminata serena sobre un pantano congelado. La luz de la luna guía nuestros pasos mientras el guía nos conecta con la historia del paisaje y los secretos del castor fueguino.

Pero pronto, el silencio se quiebra con rugidos emocionantes: motos de nieve listas para acelerar la adrenalina. Nos deslizamos entre árboles nevados, atravesando paisajes que parecen salidos de un cuento blanco.

Y si creías haberlo visto todo, llega la joya de la noche: la experiencia mushing. Sin subir al trineo, conectamos con los perros de trineo en una vivencia participativa, armando y desarmando el trineo, comprendiendo su lenguaje, su lealtad, su nobleza. Todo, rodeados por cumbres blancas y naturaleza en su forma más pura.

Y como final de película, nos espera un momento cálido y sabroso: una cena-show regional con platos típicos y bebidas incluidas, en un ambiente acogedor que reconforta el alma.